Raquel Bistuer: “Todos los impactos que me sacuden día a día acaban dejando huella en el arte”

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Entrevistamos a la ganadora de los Premios FAD de Arte 2021 para saber más cosas sobre su obra y procesos creativos.

Raquel Bistuer es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y graduada en joyería artística en la Escuela Massana. Además, tiene estudios de encuadernación artística que también implementa en sus obras, combinando las artes gráficas, las técnicas de joyería aplicadas al arte contemporáneo y la escritura.

Desde 2012 ha participado en varias exposiciones colectivas, como por ejemplo en la galería Sicart, en la Casa de la Cultura de Girona y en Arteinformado, además de una exposición individual en la galería Stripart. A su vez, ha participado en exposiciones de carácter internacional, como en la Marzee Gallery o al Museum Het Valkhof, en Holanda.

El galardón más reciente que ha recibido es el Premio FAD de Arte 2021, otorgado a la obra «Llamadores» por su sutil reminiscencia surrealista en el concepto y aplicación de técnicas propias de la joyería.

 

¿Qué ha supuesto para ti ganar el premio?

Recibir el Premio FAD de Arte 2021 ha sido una enorme satisfacción personal, porque supone un reconocimiento al trabajo que día a día desarrollo en el taller.

También ha sido una gran sorpresa poder comprobar como unas piezas tan discretas y susurrantes como las mías han llegado sin necesidad de hacer ruido.

 

¿Cómo definirías tu universo creativo?

Se traduce en una constelación formal, en la cual las diferentes partes conforman un todo donde los límites se diluyen… Es de esta manera cómo se plantean un cúmulo de sensaciones, de ecos de voces y de fisuras y huellas del paso del tiempo. Mediante la neblina y el óxido, indago en los principios que nos construyen, en un refugio sin paredes.

Trabajo para cimentar el conocimiento, para entender la realidad mediante ficciones poéticas. De esta manera, a través de espacios íntimos y cuotidianos, se despierta en mí la necesidad de proyecto aquello indefinido que nos construye ontológicamente.

 

 

¿Cómo fue el proceso creativo de la obra galardonada?

La obra no tiene un proceso creativo particular, ni un principio específico, más bien surgió de la necesidad que depositaron en mí las vivencias, enseñanzas y obras pasadas.

No obstante, la creación de esta obra coincidió con el confinamiento, lo cual supongo que acabó afectando de algún modo a la obra. Empecé a gestarla al principio de la Covid-19, pero fue meses más tarde cuando las di por finalizadas, ya que las piezas requerían de procesos lentos y trabajos por fases.

 

¿Qué nos quieres transmitir con esta obra?

La observación constante de detalles cuotidianos dentro del espacio que nos ampara me lleva a la creación de esta obra. La pieza evoca la sensación de entrada y de tránsito en aquellos espacios en los que habitamos, espacios llenos de abrigo, aunque sin ubicación en el mapa.

La obra no solo hace referencia al espacio del hogar, sino que hace referencia al tiempo, a todos los recuerdo y olvidos que alberga, ya que posee la naturaleza cíclica del tiempo, la cual se refleja en sus materiales sensibles. Estas piezas cargadas de símbolos reafirman las raíces del hogar, a las cuales se refería Bachelard, a quien debo mi aprendizaje.

Imagino una puerta cerrada, tan cerrada como abiertas son las posibilidades que hay dentro. Mis ficciones de carácter poético son realidades indefinidas, un truco de magia, en el cual el ardid queda en manos del receptor.

 

¿De dónde viene la inspiración?

Todos los impactos que me sacuden días a día acaban dejando marca en el arte. A veces de forma consciente y otras de forma inconsciente, pero siempre intento tener una especie de radar a la vista y explorar cualquier señal que puede surgir para absorber conocimiento.

La pasión y la obsesión son emociones ligadas esta exploración constante: más allá de una fuente específica para la creación, la curiosidad permanente es esencial para poder aterrar después en el taller.

 

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Mirar, observar, percibir y experimentar formalmente son acciones que me acompañan en el día a día. Soy receptiva al entorno que me rodea, y así trabajo, proyectando el pensamiento en la forma, con variantes simultáneas, que a veces hablan de lo mismo. Mis próximos proyectos y actuales son continuaciones de todos los otros, todo pasa en rendijas en una trayectoria constante.

 

Tu obra ha sido galardonada, ¿pero nos podrías destacar alguna o algunas del resto de obras seleccionadas que más te gusten?

Destaco la buena selección que ha hecho el jurado del premio, dando visibilidad al diálogo entre arte contemporáneo y técnicas ancestrales, un diálogo que, a veces, resta en los márgenes. Me siento cercana a ciertas técnicas, ciertos detalles o ciertos argumentos de algunas de las obras que me acompañan, pero creo que todas poseen una pequeña fuerza transformadora.

 

Todas las piezas seleccionadas y ganadoras se pueden ver en la muestra «El mejor diseño del año» hasta en 29 de agosto en el Disseny Hub Barcelona. Entrada gratuita.