El alcance y variedad de los dibujos de la arquitecta italo-brasileña expuestos en la Fundació Miró ponen de manifiesto su cultura visual híbrida.
Reconocida como arquitecta, pero también diseñadora gráfica, editora, comisaria y diseñadora de exposiciones, de productos, de vestuario y de escenografía, Lina Bo Bardi (1914-1992) fue una pionera de la cultura visual híbrida. Así lo pone de manifiesto el alcance y variedad de sus dibujos, que se pueden ver hasta el día 26 de mayo en la Fundación Miró de Barcelona.
En esta pieza exploramos el perfil multidisciplinar de esta creadora incesante a través de una selección de dibujos, la mayoría de los cuales se pueden ver en la muestra.
Una arquitecta entre dos mundos
Uno de los rasgos que más llama la atención de sus dibujos es la pasión por los detalles, que contrasta con el minimalismo de sus diseños, y de sus obras de corte modernista e internacional como la «Casa de Vidro», el centro cultural SESC Pompéia o el Museo de Arte de Sao Paulo (del que también mostramos un dibujo más abajo). Esta imagen ejemplifica una cierta tensión, presente en toda su obra, entre el impacto de la tradición y la cultura popular que tanto atraían a Bo Bardi y la irrupción del modernismo y el diseño internacional que la arquitecta adoptó. Pese a su perfil innovador, Bo Bardi siempre mostró un gran respeto por la tradición: «Nunca quise ser joven. Lo que quería era tener una Historia».
«A», los inicios de un deseo de vivir mejor
Lina Bo se licenció en arquitectura en 1939 en Roma y se mudó a Milán a continuación, para empezar su carrera. Abrió un estudio con su compañero Carlo Pagani, pero fue bombardeado en 1943. Con el estallido de la segunda guerra mundial y la escalada del fascismo en Italia, Bo comenzó a ejercer una intensa actividad intelectual, colaborando como ilustradora, diseñadora y editora con varias revistas. Junto con Pagani y Bruno Zevi trabajaron para la editorial Domus, fundada por el arquitecto Gio Ponti, con quienes crearon la revista «A, Cultura de la Vitta» en 1946. Bo diseñó las portadas de «A», de la que mostramos un boceto y la cubierta final del primer número, que apelaba a los lectores a trabajar juntos por la reconstrucción de las heridas de la guerra: «¿Por qué tenemos que vivir tan mal? Tenemos que empezar desde el principio, desde la letra A, para organizar una vida feliz para todos. Proponemos crear en cada hombre y mujer la conciencia de que es la casa y la ciudad, y hacer saber a todos los problemas de la reconstrucción para que todos, no sólo los técnicos, podamos colaborar en la reconstrucción».
Modernismo Arquitectónico
El mismo año que creó «A», Bo se casó con el coleccionista, galerista, periodista y crítico de arte Pietro Maria Bardi, convirtiéndose en Bo Bardi. Abrumados por una Europa hundida tras la Segunda Guerra Mundial, la pareja viajó a Brasil atraída por una cultura artística y arquitectónica fértil, y con el encargo de inaugurar el Museo de Arte de Sao Paulo (MASP). Bo Bardi se encargó del diseño museográfico, con un innovador sistema expositivo que desplazaba las piezas de las paredes y utilizaba soportes modulares, transparentes y cierres de tela, como los que se muestran en este dibujo técnico. Bo Bardi también fue pionera en la concepción de espacios adicionales como salas de actos y espacios lúdicos.
Defensora de la cultura popular, el teatro y la moda
Una sala entera de la Fundación Miró se centra en el interés de Bo Bardi por las personas, que eran la base de su concepción de la arquitectura: «Hasta que alguien no entra en un edificio, en sube los escalones, y toma posesión del lugar en una «aventura humana» que se despliega en el tiempo, la arquitectura no existe «. Por ello, muchísimos de sus dibujos incluyen retratos y figuras humanas. Esta pasión por la gente y la cultura la llevó a diseñar también múltiples escenografías y vestuarios para obras de teatro, como este detallado modelo que Bo Bardi diseñó en una de sus colaboraciones teatrales. En 1952, Bo Bardi también programó la primera pasarela de moda brasileña.
Inspiración natural
Pero la arquitectura de Bo Bardi no sólo se centraba en la escala humana. La naturaleza siempre tuvo un papel fundamental para la arquitecta, que se pone de manifiesto en la gran conexión de sus obras con el entorno natural que las rodeaba, como la «Casa de Vidro», y la alta presencia de plantas tanto en sus dibujos como en sus diseños. Quizás por el hecho de haber nacido en una ciudad, la naturaleza siempre la fascinó y en ella reconoció también una cierta arquitectura en la que reflejar sus proyectos.
Diseño de mobiliario y espacios
Bo Bardi también diseñó muebles e interiores, donde este interés por las formas orgánicas también despunta, como se puede ver en la forma, el tejido y en la superficie de este set de mobiliario (dibujo izquierdo) o en el patrón de inspiración natural de esta acuarela (dibujo derecho). Una de sus hazañas más recordadas como comisaria de exposiciones fue la decoración del suelo de una de las salas con hojas de eucalipto, un gesto creativo que dejaba entrever su pasión por el teatro y por la naturaleza pero sobre todo, su mentalidad abierta con respecto a la integración de disciplinas artísticas.
La habitación del arquitecto
Con todo, Bo Bardi siempre encaró esta visión híbrida de la cultura desde la perspectiva que la disciplina arquitectónica le dió, pero el alcance de sus creaciones demuestra que para ella, la arquitectura era mucho más que la construcción de edificios. En este sentido, llama la atención casi como caricatura el dibujo que tituló «la habitación del arquitecto», que representa un espacio completamente repleto de maquetas arquitectónicas. Este dibujo funciona tanto como crítica, como homenaje a la disciplina que la llevó a construir no sólo maquetas, edificios y espacios, sino sobre todo conexiones y vínculos entre las personas y la naturaleza.
«Lina Bo Bardi dibuja» se puede ver hasta el 26 demayo en la Fundación Miró de Barcelona. El Colegio de Arquitectos de Barcelona (COAC) también cuenta con una muestra dedicada a su trabajo en la ciudad de Salvador de Bahía: «Lina Bo Bardi en Bahía» hasta el 19 de mayo.
Autora: Sol Polo