“La perspectiva de género desenmascara un sistema opresor”

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Entrevista con Roberto Piqueras, uno de los comisarios del Sustainable Challenge 2020 sobre la perspectiva de género en la moda.

A raíz de la presentación de la segunda edición del Sustainable Challenge, hablamos con su co-comisario, Roberto Piqueras, un educador social con más de una década de experiencia en el mundo de la moda independiente que le ha llevado a los temas de base que le ocupan hoy: la desigualdad de oportunidades, la interdependencia y la perspectiva de género.

 

La primera edición se centró en la sostenibilidad ecológica, ligada a materiales, procesos, etc. Esta edición parte de esa necesidad, pero habla además de otro tipo de sostenibilidad, la de las ideas o los estereotipos de género. ¿Qué es la moda con perspectiva de género?

La perspectiva de género en moda amplía esa mirada interseccional y, por tanto, no olvida el Sustainable Challenge de 2019. Aunque el concepto hace referencia a género, no solo pretende dar visibilidad a las desigualdades y violencias de género, sino también tener en cuenta que en todo proyecto se ejercen mecanismos de opresión, ya sea por razón de clase, raza, etnia y, por supuesto, por género.

 

¿Qué beneficios tiene la moda con perspectiva de género sobre la moda sin perspectiva de género?

El término nace desde las teorías feministas y pone en evidencia el conflicto entre el capitalismo y la vida. En palabras de Amaia Pérez Orozco, estamos en un momento de transición donde las resistencias crean escenarios utópicos multidimensionales donde se reconoce la interdependencia del ecosistema. Vivimos en un sistema actual que invisibiliza los trabajos feminizados no asalariados de los cuidados y que sin estos no existiría la producción para acumular riqueza. Por tanto, la perspectiva de género desenmascara un sistema opresor de producción y que en momento de crisis solo salva al sujeto de privilegio a través de políticas neoliberales cada vez más conservadoras, racistas y violentas.

 

A menudo se entiende que la moda sin perspectiva de género es más respetuosa con la diversidad de perspectivas, pero tu argumentas lo contrario. ¿Qué peligro tiene la moda sin género, que parece que cada vez está más extendida?

La moda sin género sigue teniendo género, ya que vivimos en un contexto occidental donde clasificamos entre femenino y masculino. Por tanto, lo que se denomina genderless o agénero suele estar asociado a lo masculino. El peligro de eliminar el género puede ayudar a políticas neoliberales a invisibilizar violencias de género, como en 1984 de George Orwell, dónde el ministerio de la verdad dice que no existen géneros, ni razas, ni etnias, ni clases… dificultando así el mecanismo de denuncia sobre violencias hacia estos aspectos. Algo que no existe o no tiene palabra, no se puede ver, conceptualizar, analizar, ni visibilizar.

 

El Sustainable Challenge de este año lo habéis comisariado con Lucy-Isobel Bonner, en colaboración con el British Council y Design Manchester. Con ello no solo planteáis el reto de trabajar con perspectiva de género sino también con perspectiva geográfica y, por ende, también social, escogiendo y poniendo en contacto a estudiantes con diferentes realidades y perspectivas. ¿La clave está en la mezcla?

Una de las claves para una mejor construcción social es el poder trabajar desde el respeto con la diversidad de perspectivas. Aunque en este sentido España y UK están en un contexto político social «similar», hemos puesto el foco más allá del contexto territorial y hemos profundizado en la identidad personal para llevar a cabo la selección de participantes y, así, poder elaborar grupos de trabajo heterogéneos que, por cierto, funcionaron muy bien en el challenge de 2019.

 

¿Cómo funcionará el challenge y con qué profesionales contaréis?

En una primera fase los grupos harán una dinámica online para conocerse. En la segunda fase, durante la Manchester Design Week, expertes como Jibril Wekafore, Joss Jaycoff, Eden Loweth, Ben Freeman, Faith Robinson, Alona Pardow y Erika Dominguez expondrán su experiencia y conceptualizarán los temas respecto a la perspectiva de género en un streaming abierto al público y disponiendo de un tiempo de preguntas para les participantes. A posteriori, cada grupo empezará a desarrollar su proyecto con el apoyo tanto de Lucy Bonner, les expertes y yo. Durante la Barcelona Design Week se expondrán los resultados de manera presencial y en streaming abierto al público.

 

¿Qué repercusión tuvo la primera edición del challenge?

La primera edición del challenge tuvo muy buena acogida sobre todo desde las profesionales, muchas nos comentaban que les hubiese encantado haber vivido esa experiencia de 48h de creatividad sin tener en cuenta expectativas comerciales. A posteriori, sabemos que algún proyecto se ha presentado a otros concursos e iniciativas sobre upcycling, pero a nivel más humano conocemos que se han generado nuevos vínculos y para algunas de las participantes esta técnica se ha convertido en su nueva identidad como diseñadora.