“La moda es nuestra segunda piel. Debemos trabajar juntos para hacerla inclusiva”

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Hablamos con Marina Vergés, estilista, periodista, cofundadora de la marca de ropa adaptada Free Form Style y comisaria del Sustainable Challenge 2022.

La industria de la moda ha perpetuado durante tiempos cánones e ideales clásicos de belleza, dirigiéndose exclusivamente a un tipo de consumidor y obviando al resto. Sin embargo, parece ser que las cosas se mueven y el sector impulsa un cambio hacia la diversidad de cuerpos y realidades, hacia la inclusión. ¿Es posible una moda (y todo lo que la rodea) que refleje una sociedad heterogénea y se adapte a la pluralidad de sus necesidades?

La edad, la perspectiva de género, la diversidad de formas y tallas o un abanico diverso de discapacidades, físicas o intelectuales. Son muchas las cuestiones a tener en cuenta para que las piezas se adapten a todos los cuerpos y no a la inversa. Porque todos tenemos derecho a encontrar nuestra talla, independientemente de nuestra estatura o volumen. Porque debemos poder ponernos y quitarnos la ropa fácilmente cuando tenemos que convivir con una prótesis o ir en silla de ruedas. También poder combinar un outfit pese a tener una discapacidad visual como la ceguera o el daltonismo.

En su cuarta edición el Sustainable Challenge presenta un nuevo reto a los y las estudiantes que participen: moda para la diversidad de cuerpos. Durante tres días el futuro del sector tendrá que diseñar y mostrar el resultado contemplando la diversidad corporal. Su comisaria, Marina Vergés, es estilista de moda, periodista y cofundadora de la marca de ropa inclusiva y adaptada Free Form Style. Hablamos con ella para saber qué podemos esperar de este nuevo maratón de creatividad y para que nos cuente más sobre el tema que MODA-FAD ha escogido este 2022, la moda para la inclusión social.

 

Mama Cax in Chromat’s fall 2019 show. Photo: Indigital.tv

 

Upcycling, perspectiva de género, circularidad. Ahora moda para la diversidad de cuerpos. Es decir, moda para la inclusión social. ¿Cómo valoras que MODA-FAD haya escogido este tema para la cuarta edición del Sustainable Challenge?

Lo valoro muy positivamente, ya que que la inclusión en el mundo de la moda es importante. Muchas marcas están haciendo publicidad con diversos tipos de cuerpos, razas y edad. También hay desfiles con personas con discapacidad intelectual y diversidad funcional. Estamos iniciando un camino muy bonito en el mundo de la moda, cambiando muchas normas que hasta ahora parecían ser inamovibles.

 

Todos somos físicamente diferentes y casi todo el mundo experimentará una discapacidad temporal o permanente en algún momento de su vida. ¿Cómo puede ayudar la moda en el camino de conseguir una sociedad heterogénea e inclusiva?

Todos vamos vestidos. Es tu primera impresión cuando conoces a una persona. Es nuestra segunda piel. Debemos trabajar juntos para hacerla inclusiva. La moda puede crear conciencia en la sociedad para ayudar a entender que las diferencias enriquecen. Puede empatizar con cuerpos muy distintos. Puede ayudar a romper barreras y a ganar en autoestima: que las personas con alguna discapacidad puedan salir del uniforme del chándal.

 

Son ya muchas las marcas y firmas que empiezan a trabajar la diversidad de formas y tallas en sus colecciones. Pero también existen otras consideraciones a tener en cuenta como la edad, el género o personas con discapacidades físicas. ¿Cómo de complejo puede ser este camino hacia una industria que responda a necesidades tan diversas?

Puede ser difícil pero no imposible. Está claro que las marcas importantes responden a un público determinado, pero se está trabajando en una industria inclusiva. Por ejemplo, ya realizan muchas más tallas que antes, tanto por arriba como por abajo. Porque cuando eres una persona adulta de dimensiones muy pequeñas la moda infantil no te sirve y necesitas otras opciones. También está muy extendido el tema de las mastectomías y la ropa interior está evolucionando en ese sentido.

 

Australian Fashion Week 2022 – Adaptive Clothing Collective

 

Junto con Carolina Asensio creaste Free Form Style, una marca de moda adaptada. ¿Qué os llevó a emprender esta iniciativa?

Normalmente cuando se crea una marca inclusiva y adaptada suele ser por una conexión con alguna persona con movilidad reducida o por sufrirlo en primera persona. En nuestro caso el hermano de Carolina, que es mi primo, sufrió un ictus que le dejó en silla de ruedas. El problema lo detectamos cuando quisimos buscar algún pantalón diferente y adecuado para él, para sacarlo del chándal que antes comentaba. A veces el tejido no era adecuado, otras el diseño. Así que modificamos un pantalón y se lo regalamos para su cumpleaños. Su cara de alegría, su sonrisa y la palabra “guapo”, que dijo señalándose, nos llegó al corazón. Por eso decidimos crear una marca para hacer ropa (sobre todo pantalones) para personas en silla de ruedas, que están sentadas mucho rato y pueden sufrir úlceras de presión.

 

¿En qué momento se encuentra el tema de la moda adaptada a nivel nacional e internacional? ¿Podrías citar algunas marcas de moda pioneras en temas de inclusividad con la diversidad física?

A nivel nacional, las pocas marcas que existen nos conocemos entre nosotros y estamos conectadas, hacemos reuniones e incluso tenemos un e-commerce inclusivo, Dadaí Shop, donde hay marcas nacionales como la firma vasca Emili, que hace camisas especiales para personas mayores y personas con movilidad reducida.

A nivel internacional hay países donde la moda adaptada es muy fuerte, como Estados Unidos y Australia, donde hay bastantes marcas. También destacar otro e-commerce inglés en el que estamos presentes, Adaptista, la marca de joyería Davies & Daughter que crea joyas con mensajes en Braille o el colectivo australiano de ropa adaptada, por citar a otros.

Es muy importante que existan plataformas inclusivas (a nivel sensorial y visual) para todos. Quiere decir que se hace camino y estamos creciendo.

 

No podemos quedarnos solo en el diseño de moda. También debe tenerse en cuenta el marketing y la comunicación, los estilismos, las pasarelas que sirven de espejo del sector o, incluso, los puntos de venta. ¿Alguna iniciativa o campaña que valga la pena conocer en estos otros ámbitos de la industria?

La más importante fue la de Tommy Hilfiger. Tiene tres hijos con trastorno del espectro autista (TEA) con dificultades para vestirse y le sorprendió que ningún otro diseñador o diseñadora estuviera trabajando en una colección adaptada. Hilfiger había observado el deseo de sus hijos de vestirse con ropa que les hiciera sentir incluidos y les ayudara a mejorar su autoestima, pero para ellos era complicado pelear con los botones y cremalleras habituales. También sabía que hay niños con prótesis y otras dificultades con el mismo problema: había que modificar su ropa. «Se trata de una audiencia olvidada», reflexionaba el diseñador cuando explicaba el nacimiento de la línea de moda Adaptive, ahora también disponible para adultos. Creo que deberíamos quedarnos con esta frase: audiencia o público olvidado.

 

 

¿Cómo se planteará el reto a los estudiantes?

Ponerse en la piel de las personas con alguna dificultad de movilidad o cualquier otra necesidad es lo primero que tendrán que hacer. Después les enseñaremos y explicaremos distintos patrones existentes para darles alguna idea. El papel del grupo de expertos en el reto es de suma importancia, todos ellos son grandes profesionales en diseño, tejidos y patrones.

 

¿Qué esperáis de los resultados de este reto dirigido a estudiantes?

Hace ilusión ver que estudiantes de moda se involucran y tienen interés en un sector inclusivo y adaptado. Es importante ya que son los futuros diseñadores y diseñadoras. Creo que vamos a conseguir nuevas piezas interesantes para marcas inclusivas. Pueden aportar ideas nuevas y pensamiento fresco en el patronaje.